Poemas

hay poemas ferales, violentos,
que muerden con la rabia
de una bestia arrinconada
y desgarran el tejido del alma

hay otros que se acurrucan
sobre una hoja de papel mullido
y sirven para combatir el frío.

Todos se escriben apuntando
hasta que la ausencia de calor
te recuerda que hay que comer.