veo como mira el perro
de los lagrimales irritados
con la polaridad iridiscente
que de noche irradian sus ojos
develando la sabiduría
de un demonio antiguo
un simple perro cansado de ver con lagrimales de fuego
que soporta la vida con la incomodidad de un Atlas callejero
que ya no se cuestiona
un perro bípedo que espera
con ansia el momento en que el dolor
de su llama ocular se extinga