Existimos en tres dimensiones espaciales y una temporal, pero además existen cuatro fuerzas fundamentales. La gravedad genera cambios y movimiento, y los sujetos en el universo experimentan esos cambios ¿cómo? Se comunican a través de los lenguajes fundamentales. Lo que propongo es plantear a los lenguajes (mate y arte) como dos “fuerzas” fundamentales que son inherentes a “la dimensión mental”.
También pensaba en el principio antrópico, el big bang, y el tiempo plank. Esto me interesa para poder hablar de una singularidad mental.
Tanto la matemática como el arte son accesibles a todo en el universo. Entonces, el hecho de que nos sean accesibles a nosotros no debería sorprendernos, como tampoco debería sorprendernos que describan al universo. Después de todo, son producto de esa singularidad mental.
Con el pampsiquismo medio justifico aquello del universo mental, en tanto que puedo utilizar el pampsiquismo como cuerpo axiomático, simplemente tengo que fijar los axiomas mismos. El punto clave está en encontrar cómo justificar el hecho de que el big bang más una dimensión mental, dan origen al movimiento; y que en consecuencia el movimiento implica cambio, a saber, de posición.
Mi problema actual con la axiomatización, es el brinco del cambio, a la experiencia del cambio, y es por eso que ando tan metido en la fenomenología.
Tal vez, lo único que necesito decir es “supongamos que el hecho de que todo cambie en el tiempo (tenga movimiento) implica que dicho objeto, más que ser un objeto, es un sujeto, pues está sujeto al cambio del movimiento, es decir, experimenta cambios.”
Lo importante es entender a todo aquello que está sujeto al tiempo como un sujeto. Es así como podemos de la relación esclavista/clasista/categorista “sujeto-objeto”. Ojo, pues en inglés no hay diferencia entre “ser sujeto” y “estar sujeto a”, de ahí que pueda ser una solución elegante. (ver nota en cuaderno TATE 17/1/12).
En el caso de que el big bang exista antes del espacio-tiempo (ojo tiempo plank), existen los eventos durante el tiempo plank, que en sí mismos son eventos, es decir son cambios de estados y de momentos; por lo tanto implican movimiento, cambios y fefenomenología. Esto es válido incluso si no existe una dimensión temporal, o incluso la espacial, pues este “momento” puede existir como una dimensión paralela al tiempo.