Mi postura ante el problema de los zombies filosóficos, es que el problema puede solucionarse si pensamos que la mayoría de los átomos que constituyen a un ser humano, han compartido de las experiencias de dicha persona.
El yo individual no es sino producto de las experiencias que el individuo tiene con su entorno y lo que percibe como la realidad. Entonces el imitar mi estructura neurológica junto con la replicación de mi genotipo y fenotipo, no implica que el zombie resultante tenga necesariamente un recuerdo de mi madre idéntico al mio, pues nunca tuvo la experiencia que yo tuve con ella. Además es igualmente improbable que perciba las cosas de la misma manera que yo.
El zombie no soy yo porque existe un componente fenomenológico en la conciencia.