Cuando no está trabajando, Mr. DeSilcia está trabajando: recorre las calles en busca de parapetos, ángulos, cámaras, gente. Camina, usa el transporte público; es verdaderamente una persona más en la congestionada ciudad. Cuando sale de la ciudad es lo mismo. La perfección es su patología. No puede ser de otro modo. Cada informe presidencial ensaya una nueva posición, mide con distintas herramientas.
Siempre llega a dormir a su casa. Realmente le molestan los hoteles, así que los evita. Si el trabajo lo requiere, es mejor rentar un lugar. Cuando renta es igual que en su casa. Cable a la puerta. Si se desconecta, búm, pum pfffggg. El seguro pende por dentro sobre la puerta. Un pequeño hilo de pescar. Se jala y listo.
Y cuando llega el blanco, se pone a trabajar. Nunca falla. No es italiano, pero se rumora que habla con las plantas.