Llueve arsénico en mi paladar.
Las ideas no son más que
coágulos que se asientan
en el éter de un mundo sin ética.
Misantropoiesis en la punta del cerebro.
Llueve arsénico en mi paladar.
Las ideas no son más que
coágulos que se asientan
en el éter de un mundo sin ética.
Misantropoiesis en la punta del cerebro.