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Petróleo

Esta nota marca la primera vez que me di cuenta de que era un tema digno de trabajarse. Y que hasta ahora (dic 2012) estoy empezando a trabajar en forma.

El 17/7/13 voy aquí y dudo que logre hacer algo:

Ahora es un momento clave para exponer este tipo de historias olvidadas o desconocidas, dado el momento coyuntural que estamos viviendo en México respecto al petróleo. Es importante hacerlo ahora porque creo que hemos olvidado la importancia que tiene, no sólo como recurso, sino también como símbolo de autonomía respecto a un mundo controlado por las sociedades industriales avanzadas.

Hace un año más o menos, me propuse investigar más seriamente para ver si eso me ayudaba a pensar en la mejor manera de presentar el tema. Durante una semana estuve entre 6 y 8 horas diarias en la Biblioteca Lerdo de Tejada revisando los recortes de periódico que le daban al entonces secretario de hacienda. Revisé todo lo que tenía que ver con accidentes, petróleo, boicots y… todo lo que sonara a desastre o pudiera relacionarse con una sustancia llamada tetra-etilo de plomo. La idea, es de mi conocimiento desde 2008 o 9, pero cada vez que lo intento, se para. Ha pasado otro año, y el proyecto volvió a quedar parado. Así que ahí va la idea en bruto.

Por eso es que ahora, a falta de ideas, ahora me limito a comunicar lo que aprendí.

1938 fue la gota que derramó el vaso. Se rumora que en una de las juntas para arreglar lo de las huelgas del sindicato de trabajadores del petróleo. Lázaro Cárdenas prometía la disolución de la huelga si se pagaban las deudas acordadas. Cómo estarían las cosas que un Cí-i-ou (CEO) se atrevió a preguntar en plena reunión “¿Y quién lo garantiza?” (que las huelgas cesarían). En ese momento el subconsciente colectivo (me gusta pensarlo así) se manifiesta en ese preciso momento: después de la pregunta y con Cárdenas dando la reunión por terminada. A los pocos días hizo pública la expropiación.
Ese es un punto.
El segundo también es conocidón.

Al expropiar, el país expropiador compensa a las empresas por su maquinaria y pues ahora sí que por la molestia ¿verdad? Y nada, cuando la gente se enteró, su reacción fue increíble y es ese el segundo punto importante dentro de la expropiación. En particular, me llama la atención cómo se disolvieron las cuestiones de clase que en México son tan marcadas: había filas con señoras que llevaban gallinas junto a señoras que llevaban sus alhajas.

El tercer punto es mi favorito porque tiene acción, drama y final feliz hollywoodense; además se divide en dos actos. En el primer acto, después de tomada la decisión de expropiar, México (cuyo petróleo era controlado en un 60% por GB y en un 40% por EU) no sabía cómo hacer tetraetilo de plomo, componente antidetonante indispensable en la fabricación de aquella gasolina. Las únicas empresas en el mundo que sabían fabricarlo eran empresas expropiadas que no estaban dispuestas a venderle a México. Esta vez, otro Cí-i-ou (que bien pudo ser el mismo porque creo que éste fue el de Shell) dijo que si México lograba sintetizar el tetraetilo, él se tomaría un galón ¿Qué hizo México? Juntar en la planta C1 (que luego se convertiría en la sede del IMP la C por “confidencial”) a unos especialistas liderados por el Dr. Teófilo García Sancho y empezar a investigar. Hubo embargos, boicots y sabotaje como para llenar una película de Bond. Sólo que en este caso Bond sería el malo que sabotea la planta C1 con todos los investigadores dentro. Fue una masacre que además ocurrió cuando México tenía algo así como 3 meses de gasolina en sus reservas. Después de eso sería alto total para México; regrese a pedir perdón a aquellos Cí-i-ous (CEO’s) tan groseros.

Con eso abrimos el segundo acto, que es cuando, de nuevo, los estudiantes salen a dar la cara por México. Se formó un equipo de héroes anónimos que sólo se conocen como ‘los estudiantes de la UNAM y el Poli’, y que llegan a salvar el pellejo de todo México. No sé cómo andaban las reservas para entonces, pero creo que fue uno de esos ‘a penitas’ que a veces se dan en la historia. En fin, este fragmento de historia está lleno de cosillas, como que los gringos al principio eran pro-expropiación porque querían quitarle el control a los ingleses. Luego que pasó, nos dejaron de comprar (de hecho antes de que estallara la segunda guerra mundial, el eje era nuestro cliente principal. EU le compraba a Venezuela).

En fin. Ya nada se sabe sobre si el CEO se tomó su litrito de tetraetilo, pero lo que no debemos olvidar es que la expropiación fue un éxito en varios sentidos: Nos unió como pueblo y nos hizo trascender diferencias de clase. Nos dio una imagen de soberanía ante el extranjero que hasta entonces, nos veía como una colonia más. Nos demostró que con educación e ingenio se puede lograr lo imposible. Y es evidencia de algo que está pasando hoy, pero al revés. Me gustaría que esta historia se lea porque creo que es pertinente, pero además emotiva. ¿A poco no suena a película?

Todo aquí es neto, no se dejen engañar por el tono con está escrito. El Doc existió, los porcentajes son precisos, etc. Comentarios bienvenidísimos para mejorar la precisión. Estaría padre tener los nombres de los estudiantes o saber si lo de las gallinas fue antes o después de darnos cuenta de la falta de tetraetilo, en fin; súper work in progress.

¿Que quién lo garantiza?
Tu mamá, that’s who.
Sin tetraetilo no hay gasolina;
país inmóvil pero unido como nunca:
pago impuestos, y con mis gallinas, tu refinería.

El mundo a la expectativa:
el capital sabotea; aterroriza: terrorismo.
Y así trabajan los investigadores hasta que los alcanza el capital.
Estudiantes al quite ganan.

Empresario muere tras beber un galón de tetraetilo mexicano.

Microrrelalatos de la escandón

Hitman es mi vecino de al lado. Tal vez él no lo sepa, pero es un asesino a sueldo.
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Gustavito vive en mi edificio y durante cuatro meses me conecté a su internet. Él no lo sabía, pero mi parasitismo era tan ético que incluía un contrato con cláusulas: mientras nuestro arreglo (que él desconocía) duró, el contrato me obligaba a no ocupar la red mientras él hacía la tarea.

Interludio

Cuando me terminé el primer cuaderno del que salieron la mayoría de las notas anteriores (cronológicamente. Posteriores si vienen leyendo desde la página de inicio), comencé con uno nuevo. Ahí tenía el trabajo de aproximadamente año y medio. El último apunte en el primer cuaderno es de 24/9/09, por lo que perdí trabajo desde octubre de 2009 hasta el 5/5/11 que es la primera entrada en el tercer cuaderno. Según mi nota, lo que más extraño es que al parecer ahí ya había desarrollado bien la teoría del universo lingüístico y el trabajo mostraba el proceso creativo.

Fragmento

[De un primer intento.]

Al terminar su café, hizo un movimiento que tropezó la tasa en el tablero y el sobresalto subsecuente hizo el resto. La tasa rodó por la consola y la doctora creyó escuchar al aparato encenderse. En ese instante Marcel escuchó un extraño zumbido.

Crónica desértica

(Fragmento del original)

El día de hoy no empezó; fue una transición imperceptible del anterior, pues no dormí sino hasta que clareó. Después me disponía a ir por leña cuando percibí el cencerro y unos pasos determinados a encontrarme. “Buenas tardes” –enfatizando mi percepción de la madurez del día, y con una sonrisa. Escéptico se acerca alguien cuya expresión corporal dice “qué güeba”, o algo reticente por el estilo. Nos damos la mano y me empieza a hablar como se dirige uno a quien no habla el idioma. Tardé más en convencerlo de que soy mexicano, de lo que me tardé en proponerle caminar con él. Y porqué no; al fin y al cabo ya he paseado cabras por un día entero. Y he ido hasta el Tumpián. No podía ser tan malo, pensé yo de mí. Pude observar que él dudaba por milisegundos y que tal vez lo incomodé, pero ha de haber percibido un entusiasmo genuino en mis ojos que lo hicieron decir que sí en el acto. Accede y empezamos a “arriendar” (arrear) las cabras…

El Extranjero

El extranjero no es amigo ni enemigo. El extranjero llega, observa, influye, mejora o empeora pero nunca participa; nunca es parte de.
Vivir siendo extranjero es vivir fuera de sí y sin poder determinar cuál es el lugar propio. Y si la inteligencia es la capacidad para interactuar con nuestro entorno y de esa manera comunicar cuál es nuestra posición dentro de él, entonces se puede decir que vivir siendo extranjero no es muy inteligente.

No tiene suelo, por lo que así como es fácil pasar volando, es difícil determinar una dirección. La realidad del extranjero flota en la incertidumbre.

El extranjero no tiene nombre. Si lo tiene, es traducido, por lo que en realidad no es su nombre… o tal vez sí. La incertidumbre se vuelve la norma.

El Planeta Viviente

Los seres humanos somos una especie capaz de adaptarse a su medio ambiente gracias a que la razón nos permite modificar nuestro entorno. Sin embargo desde el punto de vista del planeta, no somos sino los coacervados de su existencia; es decir, somos parte de un ser mucho más complejo.

Una vez que asumimos nuestra naturaleza social y entendemos que funcionamos mejor en equipo, podemos acceder a la existencia de esa entidad que nos contiene.

El matemante

En 2017 se publicó mi primer libro, Claroscuro. El primer cuento en ese libro desarrolla la idea del matemante más a profundidad. Esta es la semilla de la idea:

En un mundo en el que cualquiera tiene la capacidad de hacer sus pensamientos voluntad, la gente debía ser muy cuidadosa pues cualquiera podía destruir la realidad.

El matemante es aquel que moldea la realidad y la mantiene coherente. El aprendiz ayuda a físicos, químicos y biólogos para entender cómo es que se aplica el lenguaje que algún día dominarán. En sus niveles bajos no sé qué hagan aún, pero en los más altos, controlan el giro y la inclinación de la tierra, o cosas como la distancia a las lunas o el calor de la Estrella. Pero los matemantes no se preocupan por la experiencia. Son todo estructura. Para eso existen los artistas, que dotan la realidad de colores adecuados y agradables para la mayoría de las sensibilidades.

El Arista fue el primero en lograr conocer un lenguaje ajeno a través del que dominaba. Nadie sabe si nació artista o matemático, es decir, nadie sabe con qué lenguaje nació, pero el punto es que logró entender el otro. Una hazaña que nadie había logrado antes…

Intro 1

La bodega lo había dejado exhausto, sus pies pulsaban de una manera que recordaba a gritos la monotonía de la jornada. Le llamaba la atención el grado de cansancio que su cuerpo había acumulado, como si los músculos ardieran tan intensamente que el calor derretía los huesos; como si fuesen una máquina que gradualmente pierde su fluido hidráulico a través de un goteo incesante y tan repetitivo como la tarea que lo había agotado…
Me abruma una seriedad que pesa. Ansiedad añadida. Y sin embargo el estar rodeado de gente fuera de la fábrica me permite repartir la carga a pesar de que no existe interacción humana alguna.