Cigarro, humo dañado;
viejo compañero de rotas victorias.
Coqueteo con laca laca y suicidio tácito.
Extraño ese beso incandescente
que congela cada vena de mi cuerpo
con el frío iridiscente de la muerte inexorable.
Cigarro, humo dañado;
viejo compañero de rotas victorias.
Coqueteo con laca laca y suicidio tácito.
Extraño ese beso incandescente
que congela cada vena de mi cuerpo
con el frío iridiscente de la muerte inexorable.
Bachiller en exposición
graduado en introversión.
La eriza que no permite el humo
se echa un tiro con Blanca;
se arrastra plumaje.
El radar en la hormona
y el sexo feral que lo detona.
Escucho su trayectoria
mientras parten el cielo a gritos.
Le bajan el zipper al cielo
y le rompen en dos las nubes;
la bóveda se quiebra en secciones.
Eres la luna que controla
las mareas de mi libido,
mi producto interno bascular.
Tocas el blues de mis palabras y
estimulas mi neurona estroboscópica.
El sabor del trabajo es comer con las manos,
es enamorarte de tu comida desde que la ves a lo lejos,
mirarla a los ojos y sentir mariposas.
La muerte también macera; adereza.
Comer así toma horas,
y cuando acompañas a tu comida durante tanto tiempo,
la sazón es el trabajo.
Proteínas y
electricidad somos.
Todo informa.
dolores tectónicos en
posiciones anónimas;
anómalas
y no malas tampoco
cantos siniestros
concatenados.
probóscide en melancolía
extrae el néctar de la agonía.
Hinojo y yo
tortuga en el tronco
soy jardinero.
Lo siguiente es una transcripción de una noche en la que un par de habitantes de la contradicción festejaron a sus neurotransmisores. Fue un ejercicio lisérgico que los vio amanecer. En la melogramática el orden es tan importante como el desorden.
Recorridos nocturnos con pesticidas poéticos.
Quieren salir sintéticos o dietéticos
pero saldrán heréticos y herméticos.
Heurísticos
Dialécticos.
Vamos, vamos. Comienza sin esos flótins.
Yergo – lergo – tergo
Enciende la máquina de hacer
y ponte melogramático.
medio-medio. Escribo, describo.
Una figura enmudecida,
“una mueca de payaso aficionado.”
El olor a 6 de la mañana,
ferias de destrucción masiva,
lugares comunes para galaxias distantes.
El sonido de la arena recorriendo tu enlodado torrente.
Mole de ojos.
En contexto de herejía,
galletas marías preñadas de acertijos;
lapidadas por respuestas sentenciadas con krayolas
(sin tóxicos).
Las krayolas no deben mezclarse con adjetivos rococó,
zumbantes y difamantes.
¡Rompe esa galleta, rompe esa galleta!!
Que suscriban miradas infinitas, decadentes y silentes.
cesi n’est pas un cheese.
Hínca,
Hínca el diente en el sudor de tu vieja dentadura.
Espontáneas pretenciones de combustión
que colgamos en el refri de un ego inexistente.
Lame el ojo de la pornografía
el duende lelo que busca al policía del karma
y sus pretenciones ociosas.
Desintegra el Zeitgeist de la dispersión.
Plastiquito incandecente:
tus plumones le quitan el THC a la mora.
Suda el upbeat de maderas rabiosas
de botulismo en el mapa de algún tristicerco.
Lo místico no está tan mal
si lo acompañas de fresas con crema
en la marquesa.
Aunque se caga tu juego.
A veces.
¡Más desorden!
Con orden y desorden que des-ordena lo ordenado
para arreglarlo recursivamente.
Escritura tridimensional con triple Kong.
congal
Que si la raja, la paja. Tu discurso qué…
si no hay paja no hay raja.
Ojo de hiena con visión sanguínea que nada en lugares comunes.
Al diablo con la imposibilidad autoreferencial.
Ácidos prolíficos engarzan axones,
así que no me vengas con protestantismos, protozoario.
picos y palos y resultados
¿A quién no le gusta la vena? A vena.
Todos ven a vena como Avena:
suavena con su arroz. Exacto: oatmeal.
No:
canalicemos a Hokusai
denle una pluma a todos
resultados
escribir bien
al diablo con la imposibilidad autoreferencial.
Ojo de ninja,
porque el orden es importante, fiera;
¿el viejo juego dialéctico del
far-away-so-close?
tele…
Yo soy tú, soy él, ella, esa y eso.
Aquello y todos sus parientes también.
Soy nosotros, ustedes y ellos,
aquellos y todos.
Todas, Todo y Toda y to y t y Somos.