Todo lo que se usa para descubrir una mentira puede ser transformado en mentira. Me preocupa que todo lo que se haga en contra del sistema será o ignorado, o absorbido, atenuado y vendido como vacuna. La originalidad siempre será recibida con escepticismo: necesita ser verificada primero, analizada para consumo masivo.
Especiación lingüística
“El lenguaje está vivo.” Como que suena a una de esas máximas que surgen en conversaciones profundas. Como que me imagino una mesa de intelectuales (y curiosamente la imagen en mi cabeza es el cuadro de los perros jugando cartas), en la que de pronto alguien tira esa frase dentro de la conversación y todos asienten tocándose el mentón o la barba en silencio. Y claro, asienten mientras piensan que si bien hay mucho que decir al respecto, pueden estar de acuerdo.
Tal vez sea ese peso específico dentro de la frase, lo que hace que realmente no nos detengamos a pensar cómo o hasta qué grado el lenguaje es realmente una entidad viva. En el mundo hay lenguas que mueren cuando las nuevas generaciones no entienden la importancia de aprender una lengua en desuso, pero también hay otras causas de muerte, como cuando son absorbidas por la cultura que las que las rodea. Pero no sólo se trata de muerte, si así fuera ya todos hablaríamos chino o inglés.
Por el lado de la vida, las lenguas dominantes están tan vivas que crecen, cambian, se hacen pequeñas, se enciman, se insultan, se deforman y se adaptan a nuevos medios, etc. Por eso hay cosas como trocas o vatos o güeyes.
Por eso tomé prestado el término ‘especiación’ de la biología, donde tiene un significado muy parecido. En biología, la especiación explica el surgimiento de nuevas especies. Aquí la diferencia es que estamos tratando con un tipo de vida nueva: la vida de los lenguajes y cómo se generan las nuevas especies. La especiación lingüística pretende analizar las diferencias entre lenguajes y dialectos desde el punto de vista de sus causas. La especiación lingüística explica toda diferencia: desde la diferencia entre español o inglés, hasta la diferencia entre el español mexicano de barrio y español mexicano fresa (pijo, posh), ya sea desde el punto de vista geográfico, socioeconómico, etc.
Y entonces ¿qué es y para qué sirve? La especiación lingüística es el análisis que explica cualquier proceso de cambio en algún lenguaje. Sirve para estimular el uso del lenguaje, para generar identidad de grupo y así fortalecer lazos, entre otras cosas que seguro aún no he pensado.
Cuando estos cambios modifican el lenguaje ¿dónde se marca la diferencia entre lenguaje y dialecto? Al igual que con las especies vivas, cuando hay reproducción. Si nos podemos reproducir, somos la misma especie, si no, no. Hubo una barrera tal que, aunque nos gustemos, no nos podemos reproducir. En los lenguajes es lo mismo. Si el contenido no se puede reproducir, o necesita ser modificado (por sutil que sea la modificación), entonces hay especiación.
Lo que en el ámbito de las traducciones se conoce como localización es traducir un texto enfocándose a un cierto grupo objetivo. Es decir, ya no se traduce al español, sino al español latino o español de Bolivia. Hablar de localización es hablar de dialectos; de distintas especies de lenguaje.
Los dialectos nacen en el cambio en el uso de un lenguaje dentro un espacio geográfico o social reducido. O sea las modificaciones hechas por los individuos de X o Y subgrupo. El ejemplo más claro son los acentos. El argentino es tan marcado que hasta se escribe de manera diferente, y si bien con el resto no se nota en la escritura, la diferencia es notable a la hora de escucharlos.
El español es dialecto del latín, el mexicano del español, y así. No así el mije o el maya, que son lenguajes vivos. Como, está el inglés, el inglés americano, y el inglés texano. Seguramente dentro de Texas, habrá quienes distingan entre regiones. Eso también pasa en las ciudades, en las que uno puede determinar la proveniencia del interlocutor con base en su elección de palabras o entonación.
Si bien los lenguajes pueden estar asociados a una barrera geográfica, la especiación lingüística está más bien relacionada con las barreras culturales. Eso es lo que he pensado sobre la especiación lingüística.
Peaches
Ahí trabaja mi hermana. Me gusta incomodarla. Y sí, sí sé que es perverso. Y no, no es que vaya a verla. Simplemente llego y me pongo a escribir mientras me tomo una cerveza y platico con sus compañeras; siempre dándole la espalda a la pista. Me siento y la ignoro; sintiendo placer al saber que ella sabe que yo sé.
Haikú 9
Proteínas y
electricidad somos.
Todo informa.
eJercicio
INSTRUCCIONES: Leer escuchando Sultans of Swing, o al menos tener en mente la canción.
Melómano empedernido, llegó a ese lugar de oído.
Era común que la noche lo sorprendiera caminando. En las calles nuevas encontraba cosas viejas y estímulos que nunca dejan de aparecer y que siempre se incorporan a sus investigaciones. Algo tiene la calle…
Llovía mientras caminaba al sur del río, cuando escuchó un suspiro de dixie a doble tiempo. Lo recorrió un escalofrío y se detuvo a escuchar con atención. En medio de la lluvia londinense rastreaba el sonido de esos metales.
Al entrar se topó con la desgracia de la buena música: un lugar semivacío y poblado únicamente por los regulares; los de siempre. Pidió un tequila y un vaso con hielos aparte. Sí tequila, sí en Londres y sí con hielos ¿qué pedo? Mi gusto sobre el cliché que pretenden pasar por “buen gusto”, pensó.
Perdido en la música, ignoró a los hippies ruidosos que estaban en la esquina. Cuando se distrajo, fue para observar a la mujer más hermosa que había visto en su vida.
A sus treinta años. ¿Cómo es que puede ver con esos ojos a esa chica harapienta y de voz ronca? Aún no lo entiendo. Lo que creo es que: (y síganme la corriente porque puede sonar a una mamada). Ese güei pasó por la dimensión Kalifornia.
Así: me encontré con que unos físicos en la Universidad de California en Riverside (UCR) hablan de la dimensión Kalifornia. Lo escriben con K por los Kelvin, que se…
El caso es que ellos trabajan a temperaturas cercanas a 0K, y una de las cosas que encontraron es una dimensión en la que el tiempo pasa mucho más lento. Es nuestra línea de tiempo, pero en el pasado. Si pudiéramos verla, seríamos capaces de ver cualquier momento en el pasado. Lo que yo creo, es que como este güei no solo vio, sino entró en la dimensión Kalifornia. Tiene que ser, por que el tipo es de esas personas que tienen rayos X del alma, y sintió algo importante en esa chica. ¿Voz ronca?, ¿harapos?, ¿greñas? ¿Y luego cómo se encuentra el lugar? No, no. Na nanananana, no.
Ese güei se coló a la dimensión Kalifornia gracias a su fino oído. Fue ese sonido gélido que escuchó desde una dimensión teórica lo que lo llevó a encontrarse a JJ mientras vivía Sultans of Swing. Así; ese güei conoció a Janice Joplin, por anacrónico que parezca.
Durante un par de semanas creyó que era un sueño. Las cosas se fueron armando después. ¿Y el bar? Quién sabe. Él dice que de salida se encontró con Amy Winehouse y pues, pues que está bien. Que se le ve mejor. Al retirarse, después de la rola, el tiempo empezó a descongelarse, la música hizo fade out, y él continuó caminando como si nada. Le tomó varios días llegar a entender la historia como me la contó; que es, detalles más detalles menos, como pasó.
Sin título
dolores tectónicos en
posiciones anónimas;
anómalas
y no malas tampoco
cantos siniestros
concatenados.
probóscide en melancolía
extrae el néctar de la agonía.
Haikú 8
Hinojo y yo
tortuga en el tronco
soy jardinero.
Ira
Aún no me explico cómo pasó. Cuando volví en mí, tenía una flecha en la garganta. Él, digo. Y vaya, tampoco es que no me lo explique: él dijo algo y yo lo escuché; fui por el arco, tomé una flecha, le cambié la punta y luego puse esa flecha en su garganta. La explicación del hecho es hasta eso simple.
Lo que no me explico es porqué reaccioné así. Nunca voy a olvidar su cara de sorpresa mientras se desangraba, ni el movimiento de su boca atragantada.
Homuscaria
Ya estoy harto. Hace meses que no puedo tener una conversación con alguien. Quedamos pocos, y de los pocos que quedamos, aún somos menos los que podemos entablar una conversación coherente. Vivimos aislados en un mar de basura y mierda, somos nómadas, y estamos olvidando el lenguaje, y con ello la razón; perdemos la memoria. Es como evolucionar hacia atrás. Como si la naturaleza nos estuviera cobrando algo.
La era del homosapiens sapiens y su inexorable voluntad consumidora poco a poco fueron destruyendo el balance en el mundo hasta que ya no hubo más que hacer; hasta que llegamos al punto de donde no se puede regresar. Tal vez ahí empezó la de evolución. Al principio se nos hizo fácil partir el vórtice de basura y habitarlo para flotar sin rumbo en esas aguas que ya no podían llamarse mar debido a su toxicidad. Ya para ese entonces éramos pocos… no pocos “homo sapiens”, sino pocas especies vivas. Sólo quedábamos nosotros, algunos insectos y la microfauna.
Entre todos hacíamos lo que podíamos para revertir lo irreversible. Pero ya nada importa, soy la persona más “inteligente” que he conocido desde que nací, y tengo un intelecto pueril; si bien me va. Creo que ya no podemos llamarnos homo sapiens. Somos homuscaria y somos lo que queda de la orgullosa civilización humana.
Apuntes de Melogramática
Lo siguiente es una transcripción de una noche en la que un par de habitantes de la contradicción festejaron a sus neurotransmisores. Fue un ejercicio lisérgico que los vio amanecer. En la melogramática el orden es tan importante como el desorden.
Recorridos nocturnos con pesticidas poéticos.
Quieren salir sintéticos o dietéticos
pero saldrán heréticos y herméticos.
Heurísticos
Dialécticos.
Vamos, vamos. Comienza sin esos flótins.
Yergo – lergo – tergo
Enciende la máquina de hacer
y ponte melogramático.
medio-medio. Escribo, describo.
Una figura enmudecida,
“una mueca de payaso aficionado.”
El olor a 6 de la mañana,
ferias de destrucción masiva,
lugares comunes para galaxias distantes.
El sonido de la arena recorriendo tu enlodado torrente.
Mole de ojos.
En contexto de herejía,
galletas marías preñadas de acertijos;
lapidadas por respuestas sentenciadas con krayolas
(sin tóxicos).
Las krayolas no deben mezclarse con adjetivos rococó,
zumbantes y difamantes.
¡Rompe esa galleta, rompe esa galleta!!
Que suscriban miradas infinitas, decadentes y silentes.
cesi n’est pas un cheese.
Hínca,
Hínca el diente en el sudor de tu vieja dentadura.
Espontáneas pretenciones de combustión
que colgamos en el refri de un ego inexistente.
Lame el ojo de la pornografía
el duende lelo que busca al policía del karma
y sus pretenciones ociosas.
Desintegra el Zeitgeist de la dispersión.
Plastiquito incandecente:
tus plumones le quitan el THC a la mora.
Suda el upbeat de maderas rabiosas
de botulismo en el mapa de algún tristicerco.
Lo místico no está tan mal
si lo acompañas de fresas con crema
en la marquesa.
Aunque se caga tu juego.
A veces.
¡Más desorden!
Con orden y desorden que des-ordena lo ordenado
para arreglarlo recursivamente.
Escritura tridimensional con triple Kong.
congal
Que si la raja, la paja. Tu discurso qué…
si no hay paja no hay raja.
Ojo de hiena con visión sanguínea que nada en lugares comunes.
Al diablo con la imposibilidad autoreferencial.
Ácidos prolíficos engarzan axones,
así que no me vengas con protestantismos, protozoario.
picos y palos y resultados
¿A quién no le gusta la vena? A vena.
Todos ven a vena como Avena:
suavena con su arroz. Exacto: oatmeal.
No:
canalicemos a Hokusai
denle una pluma a todos
resultados
escribir bien
al diablo con la imposibilidad autoreferencial.
Ojo de ninja,
porque el orden es importante, fiera;
¿el viejo juego dialéctico del
far-away-so-close?
tele…