Hoy se fue mi gente y descanso viendo a las fragatas voladoras
que cortan el cielo con las patitas de su esmoquin.
El sol acuatiza detrás de un cerro
y encima hay una nube que forma un ángulo
para componer la constelación terrestre del
cocodrilo hambriento.
Unos rayos de luz intensa escurren
del intersticio entre la nube y la montaña;
son de textura brumosa y sabor a naranja.
Soy feliz de estar solo de nuevo.