Es uno con el viento,
instinto aéreo hecho pájaro
que al rozar la corriente
fija su mirada en el horizonte.
Observa el movimiento del aire
como si fuese de humo; traductor
de la hermenéutica de sus vectores.
Con su perfecta pronunciación del Náutico Antiguo,
el lenguaje del movimiento, simplemente dice:
voy para allá.