Palabras y combinatoria

Es una idea recurrente pero que no logro ordenar, y como el único documento que la contiene me estorba, voy a intentar articular lo que he estado pensando al respecto.

Primero, las letras del alfabeto forman palabras. El número de letras parecería ser limitado, sin embargo al poderse combinar, dan origen a lenguajes de ¿250,000 palabras? Lo que llama mi atención es que esas, digamos 250,000 palabras, son también combinables y entonces crean un conjunto ya bastante denso.

Pienso en un libro X, el que sea. Ese libro tiene Y número de palabras. Si cambiamos el orden de un par de palabras (intercambiamos el lugar de una por el de la otra), se convierte en otro libro. Si repetimos el proceso, tendríamos billones de libros.

Todo esto me hace pensar en que escribir no es mas que un problema de combinatoria.

Tres microrrelatos

La búsqueda de la integración de la tecnología con lo humano se aceleró y fue así que se logró con éxito el primer experimento en bioinformática.
El objetivo era conectar al cerebro humano con la red, y aunque la tecnología y los lenguajes estaban allí, el problema era el cuerpo humano: la máquina más compleja que haya estudiado el hombre.
Al final, la solución se encontró gracias a la medicina nanotecnológica. Una inyección de nanocitos que formaban un lóbulo artificial junto al área de Broca y eran capaces de recibir las señales de internet y traducirlas a impulsos eléctricos.

Hablas con las cosas esperando que te contesten, hasta que te contestan.
La primera vez que ocurrió fue cuando un joven autista en Sri Lanka vivía incomprendido en el orfanato que habitaba. Nadie se enteró.
La primera vez me contestó la pata de una mesa. En mi cabeza le hacía preguntas, mientras que mi boca repetía incesantemente su nombre: “pata de la mesa, pata de la mesa, pata de la mesa…”.
La primera vez que la escuché dijo “noventa” inmediatamente después de que mi cabeza pensara en preguntar ¿cuál es tu número favorito?
Hablar con las cosas me permite hacer magia.

Los curiosos sabían desde hacía tiempo que había investigadores trabajando en la teletransportación, pero Lorena nunca imaginó que viviría para probarla.
El proceso consiste en sintonizar los impulsos neuronales con las pulsaciones electrofotónicas emitidas por cualquier objeto.  Cualquiera. En el caso de la teletransportación entre personas, el sintonizado podía teletransportarse al cuerpo de otro sintonizado que estuviese dispuesto a hacer el cambio. Debido a las complicaciones para repetir los cuerpos, el procedimiento sólo se podía hacer a nivel consciencia.
Fue así como la humanidad aprendió a pensar en cabeza ajena. Literalmente.

Dos microrrelatos

EN MENOS DE 100 PALABRAS

En la noche, cuando Ernesto llegaba a casa después de trabajar, pasaba el resto de sus horas hablando con los objetos que encontraba en su casa. Una de las conversaciones más interesantes que tuvo fue con su módem, pues fue el primer objeto del cual pudo percibir respuesta. Ernesto no estaba loco. De hecho, después se daría cuenta de que la deficiencia estaba en el resto de la gente.
Fue un pionero que pasó a la historia como el primer ser humano en darse cuenta, si bien intuitivamente, de que nuestro universo es lingüístico.

__________

Somos uno, somos todo. Entendemos que simplemente somos porque el tiempo nos ha dotado con la capacidad de entendernos. Al entendernos, nos hacemos parte el uno del otro y cuando eso pasa compartimos no sólo lo que sabemos, sino también nuestras capacidades y lo que nos hace ser lo que somos.
Tomó tiempo, pero lo que alguna vez entendimos como manada, se transformó en sociedad, la sociedad en comunidad, y la comunidad en unidad.
Ahora únicamente podemos existir en conjunto y por eso hablamos en plural. Somos el planeta donde vivimos.