Category Archives: Filosofía

Propriocepción

La propriocepción es la misteriosa capacidad que tenemos para voltear instintivamente, sólo para darnos cuenta de que alguien nos observa. ¿Cómo pudimos saber que alguien nos está viendo, cuando nosotros le estamos dando la espalda?
 Creo que alguna vez leí que era porque nuestros cerebros procesan inconscientemente mucha más información de la que nosotros somos capaces de analizar conscientemente. Así, esos ríos de información se suman, y si nuestro cerebro cree que podemos estar en peligro, nos impulsa a voltear, sólo para encontrar que un anciano tiene sus ojos clavados en nuestra espalda.

En lo personal no me siento del todo satisfecho con esta explicación, y creo que nuestro cuerpo en su conjunto debe actuar como un receptor de vibras. Esto es, además de la suma de factores inconscientes que nuestro cerebro procesa. Tengo esta intuición porque uno no se la vive volteando cada vez que es observado, y a la vez me parece difícil que el cerebro pueda factorizar información cuando hay barreras físicas de por medio (como por ejemplo de coche a coche).

El detector de vibras tiene que ver con que creo que el cerebro (y la mente, si me presionan) no vale  sin el cuerpo. Es decir, nuestra individualidad (si es que tal cosa existe), existe únicamente en el conjunto mente-cuerpo entendido como una sola cosa, y es esa cosa la que puede detectar intenciones, pensamientos, etcétera, y por lo tanto advertirnos cuando percibe señales de peligro.

Belleza fea

Es importante darse un momento para apreciar la belleza en todo; incluso aquello que podría parecer feo. Pienso en el ejemplo de la basura. Estoy viendo una servilleta arrugada y probablemente usada. En primera instancia, cuando uno ve la mesa, con migajas y el desorden general que presenta la composición (el arreglo de objetos sobre la mesa), no ve mas que eso: la mesa desordenada y sucia. Sin embargo en este momento,
no me importan ni el desorden ni la suciedad,
porque toda mi atención está enfocada
en la belleza de los pliegues de la servilleta;
en cómo está parada como si fuera la orgullosa columna de un templo griego,
cuando no es mas que basura.

A ella, a la servilleta, no le importa su condición estética respecto al resto de los objetos; ella sabe quién es y me lo ha hecho entender.

Inmortalidad e Información

Ya veo porqué he estado pensando tanto en fotones. Creo que son la clave para almacenar información, de cualquier tipo, y para moverla. La luz llega a nuestros ojos después de rebotar en los objetos que vemos. Pero también rebotan en nuestros ojos y luego continúan con su camino ¿cierto? ¿O a caso los absorbemos para luego liberarlos transformados en otra forma de energía? En realidad, cualquier opción funciona, pues me quiero aprovechar del carácter especulativo del Bosón de Higgs (BH), para proponerlo como candidato a ser el portador de esta información.

Así, se puede especular que, siendo el BH el portador de la información, los fotones son los que ayudan a propagar esa información. Esto se logra a través del intercambio de BH’s. Pensémoslo así: un rayo de luz rebota en una pared y llega a nuestros ojos para que veamos la pared. Al rebotar en la pared intercambió BH’s, esto es, dejó algunos y recogió otros para luego continuar con su camino hacia los ojos que miran la pared. Cuando llegan a nuestros ojos, es irrelevante que sean absorbidos o que reboten de nuevo, pues independientemente de eso, ocurre un intercambio de BH’s.

Entonces los fotones son en realidad paquetes de información. Supongo que parte de esta información es fenomenológica, es decir, podría haber un código para el color rojo; para llevar la información de lo que se siente percibir el color rojo. Eso explica el sentido de la vista, pero algo similar ocurre con los demás sentidos, sensaciones y sentimientos.

El ser humano es mucha información. No sólo la información que trae en la cabeza, sino toda la información que percibe y la que su entorno exhibe (como los fotones que rebotan en una persona para ser percibidos por otra). Es también su voz y lo que comunica, es su tacto, el cómo se siente y si los seres humanos se atraen, pueden saber a qué sabe otro ser humano. Lo que no se percibe con la óptica son impulsos eléctricos, y los impulsos eléctricos son electrones. El modelo estándar clasifica a los fotones como bosones, los protones hadrones y los electrones fermiones. Tal vez todas esas subpartículas son portadoras de información, tal vez.

Lo que me estoy imaginando es que toda esa información se almacena en fotones (o en las otras subpartículas) y vaga por el universo, rebotando de objeto en objeto y así compartiendo información. Me gusta pensar que al morir, ese último impulso eléctrico que nos recorre, ese último latido y esa última imagen, es información empaquetada y lista para ser compartida con el universo. Realmente no muere; la información no se crea ni se destruye, sólo se transforma.

Economía

Tenemos que pasar de producir más para muchos, a producir mejor (calidad) para pocos. Tenemos que mejorar nuestra distribución, tanto material como geográfica. Que lo económico sea sustentable, es decir, que la economía se centre en producir con calidad (inteligente y sustentablemente), y no en que sea más barato producir en masa para las masas.

Palabras y combinatoria

Es una idea recurrente pero que no logro ordenar, y como el único documento que la contiene me estorba, voy a intentar articular lo que he estado pensando al respecto.

Primero, las letras del alfabeto forman palabras. El número de letras parecería ser limitado, sin embargo al poderse combinar, dan origen a lenguajes de ¿250,000 palabras? Lo que llama mi atención es que esas, digamos 250,000 palabras, son también combinables y entonces crean un conjunto ya bastante denso.

Pienso en un libro X, el que sea. Ese libro tiene Y número de palabras. Si cambiamos el orden de un par de palabras (intercambiamos el lugar de una por el de la otra), se convierte en otro libro. Si repetimos el proceso, tendríamos billones de libros.

Todo esto me hace pensar en que escribir no es mas que un problema de combinatoria.

El lenguaje del arte

El arte es, a mi parecer, un lenguaje universal. Tan universal como las matemáticas y tan ubicuo como la gravedad. Además tiene una estrecha relación con el tiempo. Es gracias al tiempo que existe el movimiento.

Estaba leyendo sobre cómo el ensayo es el género más flexible en cuanto a lo literario. Esto porque puede echar mano de todo lo demás. Puede ser un ensayo político o un ensayo sobre fantasía. Es esta característica, decía el artículo, la que lo convierte en un género que atrapa al lector.

Turing

Desde hace un par de días que una idea en particular revolotea en mi cerebro. La cuestión es la inteligencia artificial. En particular, la idea de Turing.

La informática ha concentrado sus esfuerzos, en cuanto al desarrollo de la inteligencia artificial, en torno a un modelo que se aproxime a la “perfección” de las capacidades de la mente humana. Es decir, se quiere programar un autómata que sea indistinguible a un ser humano en una conversación dada. Pero la búsqueda de esa perfección es por definición inalcanzable por un ser humano. Así, el problema es querer imitar a la perfección algo que es esencialmente imperfecto.

La programación que pasaría la prueba de Turing tiene que ser imperfecta; tiene que vivir en un autómata que sea capaz de decir “no sé”, o que se equivoque “honestamente”, no porque esté programado para equivocarse. Tendría que ser capaz de decir “tengo frío” cuando hace calor, y proporcionar un argumento fenomenológico del orden de “siento la corriente por mi espalda, sé que hace calor, pero yo tengo frío.”