Si el Big Bang es un punto dentro de un evento cíclico, tal que existe una sucesión infinita de Big Bangs y Big Crunches, entonces el ciclo del universo es un esfuerzo consciente por romper con un monólogo que es inevitable. Explico.
El universo en que vivimos es una mente universal dislocada que inconscientemente busca unificarse. Sin embargo, lo curioso es que la ruptura, dislocación o mentalisis, es voluntaria. Es a propósito y es producto del aburrimiento; del monólogo eterno en el que caería si decide permanecer unida. Es ahí cuando ocurre el BB, mientras que el BC es la calma del cero absoluto.
Hay algo complicado: la mente.
Yo me la imagino como una tela que envuelve al átomo hipercomprimido que existía en los segundos antes del BB. Al explotar para crear lo que postulamos como el universo, la “tela” mental envolvió a todo lo que resultó de esa explosión.
Si todo en el universo tiene mente, la propiedad mental universal es el lenguaje. Además hay dos lenguajes universales: arte y matemáticas.
Para todo aquello que dividamos físicamente, o que categoricemos como algo distinto, hay una “tela” mental que lo abarca. Esto le da la capacidad de comunicarse con el resto de los objetos en el universo a través de estos lenguajes. Así también pueden percibir el paso del tiempo o su ubicación en el espacio. Esto aplica para todo en nuestro universo.